Viernes, 10 Enero 2025 14:18

Asegura que una prepaga no le autoriza los tratamientos correspondientes

Luciano Gómez tiene una discapacidad que lo obliga a realizar una serie de tratamientos médicos, pero asevera que la empresa Medifé no los autoriza a todos

Todos los años las personas con discapacidad deben presentar ante su prepaga el plan de tratamiento para poder continuar con las terapias, que de acuerdo a su funcionalidad o diagnóstico le indica el equipo médico.

Eso hizo Luciano Gómez ante Medifé, prepaga que tiene hace dieciséis años, para poder continuar con los tratamientos de kinesiología, kinesiología en agua, terapia ocupacional y equinoterapia.

Luciano nació prematuro y por ello tiene que utilizar bastones para caminar, además de necesitar otro tipo de terapias que lo ayuden.

Pero si bien reconoce que, todos los años los trámites son complejos, este 2025 le sucedió algo particular.

¨De manera arbitraria, clínica médica y auditoría (de Medifé) empezaron a plantear objeciones sobre el tratamiento o querer modificar lo que mi equipo médico y el equipo de profesionales intervinientes me han pedido. Plantean modificaciones sobre los pedidos de lo que me atienden día a día y eso nunca en este tiempo había pasado”, sostuvo.

El mayor inconveniente es que sin consultar, la auditoría médica pretende modificar la cantidad de sesiones o intervenir en las indicaciones de quienes lo atienden a diario y, hasta “dudaron de que pueda cumplir con todas las terapias que pide y trabajar”, como le dijo una empleada de la empresa por teléfono, relató Gómez, un periodista derquino.

“No puede ser que pida Terapia Ocupacional y que la primera respuesta sea que el paciente ya es adulto y que por eso sostengan que no corresponde y que, encima, por teléfono, se ponga en duda mi integridad como persona. Es estresante y doloroso”, resaltó.

“Consideramos que por mi nueva forma de marchar era necesario agregar una nueva sesión de equinoterapia para que no se carguen los aductores, y ellos contestaron que ‘por continuidad’ solo se autorizaron dos, argumento que es falaz y que no responde al espíritu de la ley 24.901, porque por más que la equinoterapia no esté dentro del plan obligatorio ya hace cuatro años que la hago y es un derecho adquirido de acuerdo a mi equipo jurídico”, agregó.

“La tercera sesión que a mí también me demanda tiempo y esfuerzo-tengo tres trabajos- es para seguir mejorando, no agravar el cuadro y sobre todo evitar que se pierda lo conseguido”, continuó.

Además, si bien dijo que kinesiología y kinesiología en agua estaban autorizadas, él mismo se estaba costeando los gastos de la primera hasta que le autoricen el transporte porque, para evitar que aumente el tono muscular, le prohibieron utilizar el transporte público y no le autorizan los traslados en remis cosa que tiene pido desde 2010: “Parece un chiste”, enfatizó.

A la espera de que esto se pueda solucionar y así continuar rehabilitándose y trabajando sin que esto sea perjudicial para su cuadro, el afiliado quiso aclarar que los únicos que lo contienen en este contexto son los agentes de la Sucursal Pilar.

“Mas allá de que no tienen poder de decisión. Se ocupan, averiguan y me atienden cada vez que voy, Son los únicos que muestran predisposición y empatía”, finalizó.

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