El ejecutivo pareciera desentenderse de una premisa fundamental como es el rol del Estado en el manejo de la cosa pública, y en consonancia con otras jurisdicciones, se dan a conocer comentarios y decisiones que no hacen más que acrecentar el cansancio, la impaciencia.
En este contexto, retomar categorías como la de "sensación", respecto del abandono que sufren nuestros barrios, constituye un agravio a centenares de vecinos que reclaman mayor responsabilidad y confirma, por supuesto, la vocación de clase en atender exclusivamente a intereses particulares, de sector o de empatía político filial.
La gestión actual está muy lejos de pensar en políticas de fondo o en procesos de integración barrial, sigue ausente y sin perspectiva, entre otros aspectos, el fortalecimiento de la economía local; la creación de empleos, la asistencia a comedores, a familias y abuelos que no llegan a cubrir necesidades básicas, o la ampliación en la cobertura y la atención en salud y mucho menos se piensa en una planificación integral respecto de la seguridad del distrito.
Están batallando contra pozos, luminaria y la recolección de poda, y para esto, disfrazado de voluntarismo o "maratón de limpieza y reciclaje", también recurren a la asistencia y participación de los vecinos.
Por esta razón, es necesario reflexionar sobre el carácter de ajenidad que representan las cuestiones públicas para los funcionarios actuales. Sólo de esta manera se comprende la distancia y el desprecio con el que manejan el municipio; diseñando -ahora- nuevos slogans de campaña o suponiendo que los anuncios de pavimentación y de entoscado de calles, los releva de la emergencia y del impacto que tiene el ajuste en nuestro pueblo.
Vecinos por un Foro Social Barrial
Del Viso, Pilar